Disolventes hidrocarburos alifáticos, disolventes derivados del petróleo


Los hidrocarburos alifáticos pueden ser de cadena lineal, de estructura molecular ramificada o cíclica. Los hidrocarburos alifáticos como las parafinas y las isoparafinas son los principales componentes de la gasolina. Muchos disolventes pueden contener una mezcla de diferentes clases alifáticas o de hidrocarburos alifáticos y aromáticos, dependiendo de su utilización final. Los disolventes alifáticos comunes son por ejemplo los alcoholes minerales, la nafta de petróleo, el destilado de petróleo, el cicloexano, el octano, el pentano o isopentano y el nonano.

Los hidrocarburos de petróleo están disponibles en dos grados: los destilados básicos de petróleo y el grado específico de hidrocarburos parafínicos sintéticos. Los productos del grado de destilación de petróleo incluyen alcoholes minerales, keroseno, aguarrás, nafta. Estos son tecnológicamente menos avanzados, ya que contienen componentes con muy diferentes puntos de ebullición y pueden incluir trazas de benceno y otros aromáticos. Los destilados del petróleo existen desde mucho antes de que los disolventes clorados se extendiesen. Recientemente, mejores técnicas de separación y síntesis han permitido la producción del grado de especialidad de los hidrocarburos parafínicos. Las parafinas son cadenas lineales, ramificadas o alcanos cíclicos; Son alifáticos por oposición a aromáticos (p.ej.: derivados de benceno y naftaleno). El número de carbonos en el disolvente parafínico es habitualmente de entre 10 y 14. Comparado con los destilados de petróleo, los hidrocarburos parafínicos poseen un bajo contenido aromático, menores rangos de ebullición y una mayor solvencia, y son más expansivos.

Son típicamente utilizados en los casos en los que el contacto con el agua no es deseable. Limpiar con destilados de petróleo es una forma simple y asequible de hacerlo en situaciones en la que no es esencial un nivel muy elevado de limpieza. Los hidrocarburos de petróleo tienen una alta solvencia con muchas suciedades orgánicas “difíciles de limpiar”, incluidos los aceites pesados, las grasas, los alquitranes y las ceras áridas. Además, poseen una tensión superficial líquida baja, lo que facilita su penetración y su acción en pequeños espacios.

Con los limpiadores hidrocarbúricos no se utiliza agua, por lo que no existe riesgo de oxidación ni de que quede atrapada agua en las cavidades. Algunas operaciones de limpieza de precisión son más efectivas con limpiadores hidrocarburos. La prevención medioambiental primaria se ve beneficiada por la utilización de disolventes de hidrocarburo de petróleo en la medida en que éstos no producen aguas residuales y son reciclables por destilación. Los grados parafínicos poseen muy poco olor y contenido aromático, así como unas tasas reducidas de pérdida por evaporación. No obstante, la recuperación planificada de COVs es un aspecto de la prevención medioambiental a tener en cuenta si se han de utilizar estos disolventes.

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