La limpieza manual es el método
más simple y virtualmente no requiere de equipamiento técnico.
Las piezas sucias se limpian adecuadamente utilizando paños o esponjas
impregnados con un agente de limpieza, siempre teniendo en cuenta las medidas
de protección personal del operario (guantes de goma, protección
ocular y delantal). Generalmente el agente de limpieza se deja actuar unos minutos
(2 o 3 minutos suele ser suficiente) y luego se enjuaga con agua.
Este método de limpieza es práctico sólo en aquellos casos
en los que hay que limpiar pocas piezas cada vez, o bien cuando las limpiezas
son tan grandes y pesadas que la limpieza por inmersión no resulta posible.
Los costes laborales resultan excesivos si hay que limpiar muchas piezas. Por
otra parte, las concentraciones de trabajo del agente de limpieza son más
altas que las utilizadas en las limpiezas por inmersión o aspersión,
y generalmente, el agente de limpieza no se recupera después de su uso
para aplicaciones posteriores.
La limpieza manual genera más residuos que otros métodos de limpieza.
Los paños y trapos utilizados se contaminan con sustancias químicas
provenientes tanto del limpiador como de la suciedad eliminada. Los requisitos
en cuanto a la gestión de estos residuos dependerá del tipo de
solvente utilizado y de la suciedad eliminada.
Prevención de riesgos, fichas de seguridad, Modelo Alemán de Columnas, etc | |
Fabricantes, proveedores | |
Potencial de optimización | |
Referencias |
atrás
|
Lista de
todos los procesos disponibles en la base de datos que utilizan este método
de limpieza
|
siguiente
|